Blog con el ideal de ofrecer información de base (atemporal) sobre tres temáticas claves: 1) el imparable crecimiento de las energías renovables como único camino posible hacia un sistema energético sostenible 2) el ahorro y la eficiencia como parte fundamental de ese camino 3) la dificultad cada vez más actual del cambio climatico y del pico del petróleo o seguridad energética.

martes, 30 de marzo de 2010

SUPOSICION DE UNA FUTURA ECONOMIA DE 2€/litro. TRES POSIBLES SOLUCIONES.

Imagina por un momento la situación idílica que sería el que todas o casi todas las energías renovables fuesen sumamente baratas. Todo el mundo se apuntaría a ellas, no ya tanto por ser limpias, sino por conveniencia económica.

Actualmente mucho más deprisa de lo que están bajando de precio las renovables, están subiendo las energías convenciones. Por poner un ejemplo sencillo de entender, la producción de petróleo en 2009 fue la misma que en 2004, pero el precio del mismo es actualmente del doble.


http://www.crudeoilpeak.com/?p=1271

Siguiendo misma tendencia que los últimos 5 años, ¿que pasaría si durante esta década, continuara un incremento de precio progresivo, hasta alcanzar dentro de por ejemplo 8 años, la cifra de 2€ el litro de gasolina, que es el componente energía más cercano a los particulares? Sin entrar en las consecuencias económicas que dicho incremento implicaría en todo (no solo en el transporte), las renovables serían entonces las fuentes de energías más baratas, junto al infame carbón.

La frase “las renovables son caras” es un sambenito que de tantas veces que se ha dicho, todo el mundo lo asiente, conozca o no las verdaderas cifras en todo su conjunto, y pareciera que pase lo que pase, siempre seguirá siendo así.

El más claro ejemplo actual, es la fotovoltaica. Para empezar no deberíamos hablar en términos de caro y barato. Sería mas correcto hablar sobre que: “La fotovoltaica es una energía actualmente muy larga en ser amortizada”. Aunque tarde muchos años, antes o después retornan todo el dinero gastado (salvo catástrofes o robos), y a partir de entonces dan energía gratis, o beneficio económico mediante la venta de electricidad.

La diferencia no es nimia. Hay muy pocos productos “autómatas”, que una vez comprados reporten “por si solos” un dinero, o un bien de consumo, y las energías renovables son unos de ellos. Es muy difícil buscar un ejemplo parecido. Plantar una tomatera en la terraza para ahorrar en ensaladas, sería solo una afición. Quizás podría valer como ejemplo comprar una máquina expendedora. Lo que no valdría sería decir que un coche reporta dinero, cuando es usado como taxi, porque ya estamos hablando de un trabajo diario obligatorio para poder ingresar el dinero. Limpiar y verificar unas pocas placas solares instaladas en un tejado, no es una carga de trabajo asociado, ya que se realiza en unos pocos minutos cada varios meses. Y si cuantificamos el trabajo necesario para el mantenimiento de una pequeña turbina eólica, éste es igualmente despreciable respecto a las horas de funcionamiento totalmente autónomo.

Sobre el precio de las renovables, corren ríos de tinta. Reunimos a continuación interesantes puntos de vista de diversas fuentes de renombre.


A favor:

Entrevista a José Donoso por Energías renovables.

“Conviene recordar cuál fue el origen de estos apoyos públicos. Las primas a la producción se establecen como alternativa a la penalización de las industrias que consumían hidrocarburos y que por lo tanto son contaminantes. Se discutía en aquellos tiempos la creación de un impuesto que, en su día, se denominaba tasa de CO2. Para evitar esta penalización se recurrió a un sistema de premio a quien contamina menos o no contamina como en el caso de la eólica. Se internalizaron los beneficios ambientales de las renovables en lugar de incorporar los costes para el medio ambiente de las tecnologías convencionales. Este es el principio y la filosofía que explican y justifican este sistema de apoyo. Por cierto, reconocido por la Comisión Europea como el más eficaz. Lo que sucede es que se olvida con frecuencia o se ignora intencionadamente.
A los que piden la supresión del sistema de primas habría que preguntarles si lo que prefieren, entonces, es que a las fuentes de energía no renovables se les aplique un impuesto sobre el CO2.


A favor:

“Se deduce por tanto que las energías renovables no son más caras, como afirman sus detractores.

Así es. Las demás tecnologías no incluyen los costes externos que tienen y que pagamos con nuestros impuestos. Parece mucho más justo que sean los consumidores eléctricos los que paguen los costes que evitan las energías renovables. Eso supone que las primas que reciben estén a la vista, mientras que en los impuestos se camuflan los costes de las otras generaciones. Por ejemplo, las ayudas que recibe directamente el carbón se registran en 2009 por encima de los 1.300 millones de euros, además de los que soporta la seguridad social con jubilaciones anticipadas, reconversiones, etc... Cuando se genera un kWh con carbón, todo esto no se imputa al precio del kWh. Sin embargo, sí se hace con las renovables y por eso son aparentemente más caras, pero insisto, solo en apariencia. Por otro lado, el balance de coste beneficio es positivo para las renovables ya que ahorran otra serie de gastos (importaciones de crudo, coste de emisiones de gases de efecto invernadero, etc.) que tienen las no renovables.”

http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2009/08/01/186959.php


Parcialmente en contra:

“La mitad de la electricidad que se produce en España procede de fuentes que prácticamente no existían hace una década: molinos de viento, centrales que queman gas e instalaciones de cogeneración (producen calor y electricidad a la vez).


“el Gobierno cree que determinadas tecnologías encarecen el recibo de la luz, fomentan la especulación y dificultan la circulación de la energía por la red eléctrica.

¿Tiene razón el Gobierno? Sólo en parte. Porque la mayor parte del déficit entre ingresos y gastos del sistema eléctrico (16.000 millones de euros) se debe a dos hechos que discurrieron en paralelo: mientras el precio del petróleo pasó de 20 a 147 dólares en cinco años (de 2003 a 2008), el recibo de la luz se rebajó un 26% de 2000 a 2004. Y desde entonces, creció al ritmo de la inflación.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Demasiadas/renovables/demasiado/caras/elpepisoc/20090526elpepisoc_1/Tes

A favor:


http://www.energias-renovables.com/Productos/pdf/Revista554.pdf

Interesante es el siguiente resumen “Renovables 100%. Comparativa de costes”, en base al informe de Greenpeace del mismo nombre. Nos proporciona una comparativa de costes entre tecnologías renovables y no renovables, actualmente y para el 2050, mediante cálculos sobre combustible o coste de CO2.

http://www.asif.org/files/Resumen_de_costes_en_castellano.pdf


Aparte de la biomasa, las primeras renovables fueron los molinos de agua y aire, con los que nuestros antepasados obtuvieron, salvo el periodo de construcción, un balance final de mucha energía gratis. Por mucho que nos quejemos, hoy en día consumir energía es un acto muy barato, demasiado barato. Los combustibles fósiles, hicieron posible que esa energía casi gratis se volviera demasiado cara, porque había aparecido otra energía todavía “más gratis”.

Las renovables aunque muy lentamente, cada año se hacen un poco más baratas, según van alcanzando la madurez en cada tecnología. Pero será el futuro incremento en los costes energéticos, los que tarde o temprano convertirán a las renovables en el “petróleo menos caro” de las décadas por venir.

No estamos haciendo un ejercicio de suposición fatalista, ya que decir 2€ el litro en menos de una década, es tan solo duplicar los precios actuales en dicho largo intervalo de tiempo, lo cual no es descabellado, sino todo lo contrario, muy posible debido a la actual coyuntura oferta / demanda.

Aunque el intervalo de tiempo de ocho años que hemos puesto como ejemplo, pueda estar equivocado, si se quiere dar importancia a la cifra de 2€ como el punto de inflexión que despertará a mucha gente, ya que una vez se llegue a ese punto, existirá el temor a que sea el principio de una subida mayor en décadas venideras.

En una economía que se sustente en fuentes de energías caras, todo daría la vuelta. La eficiencia energética llegaría entonces con toda su fuerza, y las renovables serán entonces deseadas por muchos que hoy en día, las consideran idealistas y poco rentables.

El siguiente libro de lectura accesible y amena, escrito por un reputado economista y experto en energía de Norteamérica, nos emplaza a reflexionar sobre el inevitable futuro que nos depara el petróleo como disminución de lo global, pero que esto no tiene por que ser negativo del todo.



Pues bien. Frente a todo lo dicho, el siguiente artículo (justo abajo) es el primero de una serie de tres, con la misma base: Buscar soluciones a la carestía de la energía.

En algunas partes de lo que expongo, hay cierta inventiva o imaginación mía. Así pues, se pide al lector que comprenda que no se pretende afirmar nada categoricamente. Solo el tiempo dirá cuanto de lo aquí expuesto, es acertado o no. "Muchas veces una idea, puede ser un primer paso hacia una realidad futura", podría haber dicho alguien que en 1865 leía por primera vez "De la Tierra a la Luna" en una época en la que muchos otros pensarían que este libro no era más que pura fantasía, respecto a la realidad de la tracción animal como método génerico de desplazamiento.

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